Escalando hacia la luz
En la obra de Mercedes Arellano, es recurrente encontrar pinturas que, aunque se pueden etiquetar dentro de una corriente -como en este caso, figurativa- tienen aspectos de otra, como la abstracta en la obra que nos ocupa.
El arte tiene reglas, sí; tiene técnicas, por supuesto. Pero cuando has logrado dominar ambas, la creatividad y la innovación se abren paso para permitir que el espíritu del artista se vuelque sobre el lienzo y se manifieste a través de mezclas únicas de color, contrastes, planos, niveles y perspectivas que hagan que una obra parezca una ruptura con lo anterior; pero que, sin embargo, guarde aspectos y motivos que la identifican dentro de una obra uniforme.
Escalando hacia la luz
Óleo sobre tela
80 x 120 cm.
Escalando hacia la luz, recurre a todos esos elementos para crear una composición única dentro de la colección que Arellano ha construido a través de años de práctica y dominio de su propia técnica y tendencia. Sus obras, normalmente de colores suaves, ocasionalmente se ven transgredidas por el color.
Con una mano firme, se muestra ante el espectador una evidente escalera que trepa entre sombras de diferentes intensidades y que llega a una puerta de misterio, tras la cual, una luz creadora brilla y dota de esperanza a aquel que se atrevió subir para alcanzarla.
Esa es la escena principal y está envuelta por luces y sombras que se originan de la misma puerta y de la propia luz del fondo. La abstracción es un marco perfecto para el mensaje principal que anima, a quien ve esta obra, a perder el miedo y subir, trepar, escalar hacia lo desconocido que, sin embargo, contiene la esperanza y la promesa del crecimiento espiritual. Solo pasando por el fuego, se alcanza la paz y hay que animarse a subir, porque es el único camino que existe, sin duda.
