"Nevado de Toluca"
Los volcanes son más que accidentes geográficos, más que una parte de la orografía, más que montañas de fuego o ceniza. Los volcanes atraen; su fuerza, su dramatismo, su intensidad y su poder existen para ser admirados. Igual que las personas.
No es necesario entender un volcán; el volcán es y actúa. No es necesario entender a las personas; las personas son y actúan. Así, los volcanes y el humano son uno mismo; como actúa uno, actúa el otro. No hay dualidad; no son entes ajenos. Ambos existen y nunca se sabe cómo reaccionarán; esa incertidumbre es su mayor atractivo.
Para Mercedes Arellano, autora de Nevado de Toluca, en exhibición actualmente en el Palacio Municipal de Metepec como parte de las actividades del Primer Maratón Cultura Metepec, el volcán en el que se inspiró, le evoca un destino; destino que la lleva a alcanzar metas y que le permite entender que las personas son como volcanes y que pueden explotar, o que pueden estar en calma, dependiendo del momento y de circunstancias, a veces, incomprendidas.
La geografía del Estado de México y, en especial, el Nevado de Toluca, es un referente para la pintora, que ante estos paisajes busca explicarse a sí misma y a los demás; y, estos territorios, que albergan la fuerza de la naturaleza, también contienen la fuerza humana, que, al igual que un volcán, quiere ser observada, pero, sobre todo, admirada.
